sábado, 17 de abril de 2010

All you need is love


El cansancio de estar sujeto a algo de lo que se quiere escapar y no podemos; la desazón por los fracasos que uno constantemente al mundo, o a quien sea, debe justificar. El terrible error, siempre tan mal visto por el entorno, ese que no nos va a soltar jamás; el amor que se va a otra parte; las terribles ganas de hacer eso que nunca pudimos y que por equis motivo siempre nos pesa como una gran mentira.
Todo se condensa armoniosamente en este film que mezcla diversas historias personales de gran vuelo en un verano de algún barrio cualquiera.

Los personajes de Little children deambulan por toda la trama con una cierta inseguridad en sus identidades, como si el lugar que les ha sido asignado en el mundo no los satisficiera y deben actuar las diversas máscaras que la mísera realidad les ha impuesto. Sus identificaciones con lo que verdaderamente los representaba han quedado ahogadas en alguna laguna de sus pasados, en algún error hecho en sus vidas, o quizás en la cotidianeidad.

En la película se muestra el punto de inflexión de esa laguna. La ganas de escapar al vacío emocional que representa esta piedra, este sentir de conformismo seco y aburrido, el de todos los días. Hay una castración, un perdón que era inimaginado, una infidelidad que promete la eternidad y se subsume, la vuelta a casa, el arrepentimiento.
La película juega a cada rato con aquello que dentro de nosotros a veces nos cuesta dejar salir, pero que en algún momento debemos hacerlo o explota.



Una muy grande Digresión. Me sucedió algo con esta película:
Hay una Jennifer Connelly sumamente hermosa que a pesar que no participa mucho de la trama, creo que nadie podría dejar de mirar. Pregunto a los masculinos, ¿ustedes abandonarían a esa mujer? ¿Qué le pasa al personaje principal para decidir hacerlo?
A mi me parece que la decisión pasa por otros niveles, como el mismo personaje acepta. No se, capaz el inconsciente hizo su efecto.

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