sábado, 26 de marzo de 2011

Momento II


El cine como sabemos no implica un espectáculo necesariamente. Acostumbrados a ver Galas abarrotadas de espectáculo confundimos manifestación artística con entretenimiento.

Pero de vez en cuando necesitamos distendernos. Los momentos en los cuales algo se torna necesidad debemos  aplacarlo (obviamente, el deseo nunca termina).

Momentos en los cuales esto lo necesitamos.

Hablo de una película estúpida a todo momento, con un guión simple y de una historia dormitante. Pero el espectador pasa por un momento al momento de ver un film, eso es lo importante. No hay algo que implique objetividad, porque nada es neutro. 

Momento en el cual necesito ver este tipo de película.

martes, 22 de marzo de 2011

Hacia el momento del escape


Necesito a Barthes en esta ocasión, de una angustia (Bloom), de un Padre (animal totémico que guía), un fin (Kojève), en definitiva: una firma (Derrida)

Momento de dispersar el reloj, ser imprudente (por este nudo se demora una lectura, una mirada). Momento en el que el espectador solicita un tiempo, perdón, al tiempo.

Brillante la capacidad que esta película deslumbra (como si una claridad se posicionaría no en el sentido, sino en el placer de la contemplación)

Al tiempo debemos pedirle que deje intentar un alcance, una meta, una significación completa que no puede llegar a ser meta porque “todo” no existe, no es evidente.

Sin duda alguna este film tendría que haber ganado ese premio (¿?) que algunos llaman fundamental (en realidad se trata de una estrategia comercial que está dirigida al lucro y a los pálidos espectadores del texto betselleriano, aquel que hiere en el hígado y no en la lectura).

Drama, suspenso (inclusive sabiendo de antemano que era un hecho su salvación), humor, parodia, elegancia sintáctica, ironía, buen gusto y cocción.

Un final aparte en la historia del cine (en el de animación, principalmente)

Pixar demuestra el camino, al menos el faro…

lunes, 14 de marzo de 2011

Siga apostando


M. Night Shyamalan, ¿qué ha sucedido? Después de una línea cinematográfica más que interesante, en especial con The Village (sí, no la sobrevalorada “Sexto sentido”), es difícil creer que estamos hablando de una película decepcionante en todo sentido. Está bien, entiendo que es un film destinado a un público infantil pero no me queda en claro como este excelente director haya apostado a este tipo de cine, en donde nos encontramos con actuaciones muy evidentes de niños y con momentos de clímax torpes y aburridos. Es verdad, uno debe renovarse continuamente, pero aun es cortante la nueva propuesta de Shyamalan. Quizás debemos esperar un tiempo y ver si con la secuela de la película podemos ver una línea de trabajo shyamalana.

Pero no puedo dejar de pensar en todo su historial. ¿Será esta película una necesidad de afianzarse ante esa crítica despiadada norteamericana?

En el fondo quise que esta película me gustase pero me fue dificultoso. Igualmente sigo pensando que este es uno de los mejores directores en la actualidad. Sigo apostando…   

viernes, 11 de marzo de 2011

¿?


Película independiente de muy (muy) bajo presupuesto, en donde el espectador puede encontrarse con todo (literalmente) y mezclado sin un razonamiento en pos del humor (al menos esa es su finalidad, generar la risa). Veamos, en la película se entremezclan yanquis, la pantera rosa, aventuras, persecuciones, engaños, etc. Todo muy mal organizado y con un humor chabacano desesperante, tratando al espectador como un estúpido. Se puede observar en la película un homenaje a las películas ochentosas de Disi o Francella, pero elevada a la quinta, sobreexageradamente y plagada de chistes fáciles y monótonos. Clase "B" es poco, Clase "C" mejor.
Dirigida y escrita por sus mismos actores  (¿?) principales, 2 locos en Mar del Plata constituye un buen insulto al cine, en el que parece que cualquier cosa hoy en día puede ser filmada y denominarse “arte”.

martes, 8 de marzo de 2011

Aún...


Un documental se caracterizaría por una representación de la realidad desde un punto de vista determinado. I'm Still Here vendría a revertir un poco esta concepción. Hoy sabemos que este documental sobre los cambios de hábitos del ágil y plástico Joaquin Phoenix, el paso de una estrella de cine a cantante de hip hop, fueron un experimento sobre la transformaciones psicológicas y físicas de un personaje, es decir, todo al final se trataba de un relato ficticio (que vendría a dar una concepción nueva sobre el documental, si ahora se lo puede catalogar bajo este termino).

Todo el relato se basa en mostrar a un desmejorado JP (como así se hace llamar en  su nueva etapa) y su repercusión tanto en los medios, compañeros de trabajo (otros actores), amigos, etc. Inclusive asiste a programas en el papel de JP donde se lo muestra confuso, perdido, drogado, en fin, siendo otro. Todo esto siempre registrado por la cámara de Casey Affleck, amigo y cuñado de Phoenix.

Una buena manera de jugar con las concepciones sobre la forma de los géneros, además del juego que implica la estabilidad mental en momentos de compleja vivencia.

sábado, 5 de marzo de 2011

Recordando vidas pasadas


Suponer una ruptura es difícil. Más que nada porque eso evidencia una inversión en la estructura (y por tanto, un quiebre a la misma noción de estructura)
Uncle Boomee recuerda sus vidas pasadas constituye una de esas películas que rompen con el canon, agrietándolo, masticándolo, produciendo un efecto desesperante en el que el sentido nunca llega y por lo tanto genera la desdicha del signo. El espectador debe recurrir a una voz, a un consejo, a una desocultamiento, a una metáfora para quizá ahí decir que la suerte está de su lado.

Hubo mucha controversia en torno a esta película dirigida por Apichatpong Weerasethaku (de origen tailandés). Algunos la catalogaban como el renacimiento del séptimo arte, desde los Lumiere. Otros, más escépticos, como una de las peores vergüenzas del cine.
En mi opinión la película representa el camino a un cambio. Hartos de ver lo mismo, hecho de la misma manera (el qué y el cómo repetidos en cadena) nos vamos conformando cada vez más con poco. Esta película es signo de una vuelta de tuerca, de una inversión en la jerarquía, en definitiva, una contractura positiva.

A todo momento nos topamos con una meditación poética en estado puro (no mediocridades filosóficas que no conducen a nada). Una reversión de la vida que no sabemos muy bien que pretende, y esto es lo importante de todo hecho, vida, texto, etc. la inerte determinación del significado. Uncle Boonmee es el retardo ambivalente que permite escribir, generar caos lingüístico, experimentar formas alternas junto al espectador en el cual ninguna experiencia de sentido es la verdadera. Es generar Cine y no simplemente, como un bonus extra, cine.

jueves, 3 de marzo de 2011

Volver a la escritura: volver a Keats


Volver a la escritura. El verano cansa, y también agota la mirada (al menos para mí). El cine durante el verano es insoportable, todo es o monótono o poco agradable.
La vuelta a la escritura es la vuelta a disfrutar de la lectura o la mirada, que no son  reactivas o secundarias de aquella, sino más precisamente, producción.

Bright Star comenzó a delinearse en mi panorama. La nueva película de Jane Campion, gran directora, no se ubica como una película nueva, de propuesta innovadora con respecto a su línea de trabajo. Más precisamente hablo de su ejemplar The Piano. En este último trabajo encontramos un poco más de lo mismo: feminismo y su prédica de comprensión, el abarrotado amor y sus complejidades, amores desparejos, entre otras cosas.


Sin embargo, no puedo negar, no que la acepté (como si el cine se aceptara o rechazara, como si habláramos de un simple gesto referencial), sino que la disfruté.
Su espacio, o mejor dicho, el espacio que encubren los personajes, Keats y Fanny, imagina una atmósfera similar, calmada, propia de las vidas de un poeta romántico y una doncella, como así también el desmoronamiento de esa calma: la pobreza, el desencuentro, la muerte. Son una de esas relaciones imperecederas e idealistas en la historia de la humanidad. Y Campion la capta muy bien.