martes, 5 de abril de 2011

Momento III o mataste el dios en mí.


Malick y la belleza poético-cinematográfica. El encuentro de dos mundos bajo la visión de un poeta puede hacer del momento una situación de esperanza en el espectador.

Ella entrelaza las cosas. Hermosura natural. Belleza de nuestra tierra, la Nuestra.

Como si una lectura de “Los pasos perdidos” hubiera motivado la película. La mujer no sólo es europea…ni francesa (o francesada).

Un susurro en el cuello, en los pies morenos, a través de un río de imágenes que son auténticamente geográficas (entiéndase, gigantes).

Aquí no hay necesariamente una historia de amor, hay una historia de lo inconquistable: la naturaleza, la condición indígena, la belleza indígena, el nuevo mundo que se convertiría para males en el Mundo, los territorios inhóspitos, la inconmensurabilidad.

Momento para que el paso perdido se convierta en paraíso perdido…y espectador perdido…

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