miércoles, 2 de mayo de 2012

Tercer momento: camino perdiéndome en el horizonte



Impresionante película de Lisandro Alonso. La lentitud, las caras, los finales, el poder de una simple imagen que muestra la infancia (el recuerdo en ese arco de fútbol que algún día pasado has hecho el gol tan festejado). Sencillismo que cuenta el retorno de un personaje como cualquiera, que siente su cuerpo habitado de los mismos interrogantes cuando trabaja, viaja, duerme, mira, bebe...o de los mismos diablos, aquellos que insistieron en las huidas. Porque el hombre no hace más que huir.

¿Por qué has vuelto? ¿Qué está sucediendo? ¿Quién eres tú? ¿Y yo?

Minimalismo mágico, agrio, frío, planos secuencias para despedirnos de lo mismo, del hogar que se ha dejado y que dejará nuevamente.

En breve el mismo paso. Después la desolada ciudad.


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