miércoles, 5 de mayo de 2010
Esa extraña incertidumbre
Brindo por esa extraña incertidumbre, ese hurto a la esperanza de un rostro que identifique individuo, solución, significado.
Brindo por la extraña incertidumbre de encontrarnos con una máscara o fantasma (¿quién sabe quien?) que abre un interrogante lúdico y al fin misterioso.
Brindo por esa oscuridad, adrenalínicos treinta minutos de suspenso sin a priori, con cámara temblorosa y trote asfixiante, que quizás se amengüe con una pócima de amor (poco creíble por la situación) que nos recuerda que estamos en Hollywood.
Tal vez, sólo tal vez, disminuye la capacidad del film este toque meloso que le juega en contra.
Brindo por una impaciencia…
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