Muerte del texto. Todo acaba porque en definitiva los conceptos teóricos que uno defendía eran imprecisos. Hay un quiebre, un dolor. La muerte ronda en las escenas que más confiamos.
No hay Momento. Solo hay una pobre sinopsis de un amor (en el sentido cotidiano) que quién sabe si se dará y que es necesario tumbar (al cuerpo ya lo han tumbado). A pesar del desentendido estúpido de la confusión general, no siempre el texto deviene felizmente.
Porque en definitiva (a excepción del espectador) caen en la equivocación todos los estereotipos del mundo de lo irradiable.
A pesar de que algunos aspectos lo eran Todo (contradicción derrideana), ella baila y desaparece.
(los 20 de abril -cuando dijiste eso y tu luz se apagó)
Idiotez del mundo y de las fechas.
Lo sabemos…la película funciona en toda su hegemonía.