Es increíble como a partir de una sencillísima historia se puede hacer mucho. Un verdadero éxito de taquilla en Francia y en toda Europa, esta película refleja en su trama el auténtico fluir de las malas lenguas y de los estereotipos que se formulan con respecto a un determinado objeto, en este caso el Norte de Francia.
La trama gira en torno a un cartero francés que debe mudarse a pesar de su descontento a la ciudad de Bergues, cerca del límite con Bélgica, y la única referencia que tiene sobre el pueblo son creencias, especulaciones o malos comentarios sobre la locación, clima y habitantes a la que se dirige. Sin embargo, al llegar se encuentra con un lugar idílico, con personas amables y con un clima común, que hacen de ese pueblo un lugar maravilloso. Como se puede ver algo que no llama mucho la atención. Pero no es el qué de la película a lo que más debemos echar un ojo, es su inteligente y fresco cómo lo que debe interesar.
Escrita, dirigida y también actuada por el histriónico Dany Boon, “Bienvenue chez les Ch'tis” es un ejemplo de humor sencillo pero penetrante, que mantiene en vilo durante la hora y media que se la ve.
Es muy interesante el trabajo que se hace sobre los personajes que se desenvuelven en la historia, plagados de cotidianeidad y de un humanismo muy profundo. Una verdadera muestra de altruismo sin farsas ni hipocresías. La naturalidad de los diálogos es intensificada por el humor que contiene. Nada de abusos, de chabacanerías, de chistes fáciles o algo por el estilo. Al contrario, un humor blanco (si se me permite), fresco, de verdadera profundidad que hacen que el desarrollo del argumento apenas interese. Se pone tanto interés en los personajes, en su locación, en su comedia que apenas disgusta su no poco mediocre final.